jueves, 21 de junio de 2012

El caminante ante el mar de nubes

Aquella desapacible mañana de mediados de noviembre mi amigo Caspar y yo hablábamos acaloradamente acerca de un nuevo cuadro. El lienzo aún continuaba tan blanco como su mente. Era triste verlo sobre el caballete, sin una historia que contar ni unos sentimientos que expresar. Después de muchas diatribas, Caspar, sin decir después una sola palabra más, me conminó a seguirle. Salimos de la ciudad envueltos en una bruma espesa, internándonos en unos campos en barbecho cuyo final la vista no me permitía alcanzar. Mientras caminábamos rumbo a aquel lugar que solamente él conocía tuve la extraña sensación de que aquel día sería memorable. Caspar llevaba consigo el caballete, el lienzo y la maleta con los óleos, la paleta y los pinceles. Me pregunté lo menos una docena de veces durante el trayecto qué era lo que se le había ocurrido. Pronto nuestras respiraciones fatigosas rompieron el silencio.
-Caspar, amigo mío, ¿adónde pretende llevarme?- me atreví a preguntar, incapaz de dominar mi curiosidad.
-A la inmortalidad- me contestó. Jamás una cuestión tan vanal había sido contestada de un modo tan trascendente.
Ascendimos riscos y bajamos pendientes, hasta que al fin frenamos en un precipicio, a cuyos pies un mar de niebla se movía como un ser vivo a merced de la brisa mañanera.
-Ahora, quédese quieto- me ordenó el pintor, parándose de repente tras de mí. Y el óleo comenzó a cantar.
(c) Irene Sanz

6 comentarios:

  1. Je, que bonito cuadro y relato, a todo le sacas unas letras, y buenas!!

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    1. ¡Gracias, guapísima! El cuadro en sí inspira muchas historias, se podría hacer una auténtica epopeya tan solo viendo la actitud del caminante y las palabras mudas que le dedica el mar de nubes... :))))

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  2. me encanta tu modo de utilizar el vocabulario rebuscado, invitas no solo a la lectura sino a cultivarse uno y a buscar en el diccionario a muchos, de verdad, felicidades

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    1. Siempre me ha encantado el Romanticismo, sobre todo el alemán y el español, tanto en arte como en literatura y música, así que tarde o temprano Friedrich debía aparecer.

      Mil gracias por tu comentario, mi niña!!!! :)))

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  3. Acabas de dotar de vida al cuadro. Una historia fantástica! ¿Por qué no iba a ocurrir así?

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    1. Podría haber pasado así, ¿no? Jejejeje, ¡gracias, Hermann! :)))

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