Maldita mujer, que amaste sin fe,
Te di a conocer mi necio querer.
Delito y traición, despecho maldito,
Tornaste en proscrito mi cándido amor.
Maldita mujer, que no me quisiste,
Mi alma vendiste y pisaste mi ser.
Me diste tu cuerpo, mas no tus esencias,
Anulan templanzas mil odios eternos.
Maldita mujer, callada te fuiste,
A todos dijiste que fue sin querer.
Y huiste en la noche, una noche sin luna,
Dejarme sin cuna es mi eterno reproche.
Maldita mujer, al diablo me diste,
Pues nunca quisiste mi amor por tu bien.
La cruel soledad me mata en silencio,
Tu ausencia y su precio me roban la paz.
Maldita mujer, que al mundo engañaste,
Mi amor lo mataste, mas no hay renacer.
(c) Irene Sanz