sábado, 5 de mayo de 2012

Condenado (por Germán Zamorano)

Que se cierren para mí las puertas del cielo,
que no cuaje el fruto cuando haya salido la flor,
que quiebren las rocas al viento ligero,
que mueran las horas…
que no salga el sol.

Fundid los grilletes con mi piel y mis huesos
y atad las cadenas a mi alrededor.

Que aspiren mi alma las ánimas negras
y borrad de la historia mi rastro infeliz,
mutilad toda imagen que lleve mi nombre
y olvidad para siempre que un día existí.

(c) Germán Zamorano


5 comentarios:

  1. es una poesía impactante y sorprendente, me ha gustado!

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  2. Muchas gracias, anónimo!!!! :) Un saludo!!

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  3. Perfecta obra, Germán. Pone la carne de gallina y emociona. Eres un estupendo poeta. Cuando leí tu poemario me encantó,se me hizo corto y tu novela de gangsters me divirtió a tope. El final es redondo. Todavía me estoy quitando los trozos de sesos de la gabardina, jejejeeee....Pero cuando le das a la poesía, me encantas. Muchas felicidades y muchas gracias, un saludo, Mª Ángeles.

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  4. Tampoco exageres, que la cosa no es para tanto! Pero gracias por tu comentario. Con la novela me divertí mucho, aunque Irene tuvo bastante que ver con que llegase a terminarla.
    Sigo con la poesía, preparando un segundo poemario... pero ya sabes: todo con calma!

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    Respuestas
    1. ¡Oh, vamos, Germán, no se te ocurra decir una cosa así! Sabes perfectamente que acabaste esa novela tú solito, yo no hice absolutamente nada!!!
      Y respecto al nuevo poemario, ¡ya irás contando novedades! :)

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