domingo, 26 de agosto de 2012

Recordad

Recordad todo lo que un día fui,
Una vida de cuerpo ardiente,
Una lluvia de bien impenitente,
Un escudo frente al mal baladí.

Recordad lo que me permití soñar,
Un mundo de luz sin temores,
Un cosmos de bien sin rencores,
El hombre que sin trabas se deja amar.

Recordad lo que un día quise ver,
El alma erigida en un trono de soles,
De fe y de bondad, de puros amores,
De obras y anhelos, del bello querer.

(c) Irene Sanz

4 comentarios:

  1. Y que decir de esta!! Niña, todos deberíamos recordar.... Guapa!! :)

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    1. Es verdad, Cleo, todos deberíamos obligarnos a recordar tantas cosas... Cosas que olvidamos que tenemos, y sueños que abandonamos por parecer demasiado inalcanzables :))))

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  2. Hay cosas para recordar (esta entrada, por ejemplo) y cosas para olvidar (tantas cosas). Quizá en el equilibrio se halle una vida mejor, "Un mundo de luz sin temores" ;)

    Un abrazo :)

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    1. Jajajajaja, "esta entrada, por ejemplo", zalamero...!!! En efecto, el justo medio entre olvido y recuerdo de las cosas amargas y las felices es el camino para ser más felices (creo yo) :)

      Un besazo, Explorador!!! :*

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