La luna callada,
de plata vestida,
al mundo lo tinta
de blanco sin vida.
Marinos aromas,
cansados arrullos,
al amor le llama
en fatuos susurros.
Hastiado y silente,
le puede el sollozo,
añora unos brazos
amados y ardientes.
Anhela unos besos
jamás antes dados,
los besos sinceros
por siempre acabados.
Soñada mujer,
eterna su amada,
a veces odiada,
por siempre sin ver.
Y llora y musita:
"Maldita mi suerte."
Pues esa es su muerte,
el alma que grita:
"Maldita mujer,
que nunca viniste,
que a mí me perdiste
en eterno querer."(c) Irene Sanz
Que bonito!! Niña, me a encantado!! Muakssss :)
ResponderEliminarMuchas gracias, preciosa!!! Lo escribí hacia marzo para un recital de poesía que hubo por aquí, pero me apetecía recordarlo un poco... :))) Besossss :))
EliminarMuy rítimico, se lee muy bien. Y pobre hombre. Es un penélope macho sin recompensa ;PP
ResponderEliminar¡Un abrazo! :)
Muchas gracias, Explorador de mis amores!!!! Sí, un poco capullo sí es, el pobre... Mira que quedarse esperando como un besugo... Besotes :))))
Eliminar